2023-07-14: celda número 55
De Objetivos de Desarrollo Sostenible, talento técnico, olas de calor, ingresos y pagos con tarjeta
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La inteligencia artificial no se hace sola sino que alguien tiene que hacerla. Y para hacer (bien) inteligencia artificial, alguien tiene que introducir y etiquetar (bien) millones de datos, textos, imágenes o sonidos a las máquinas. Y es aquí donde aparecen los anotadores, encargados de llevar a cabo esta tediosa, repetitiva, mal pagada pero vital tarea para que la inteligencia artificial funcione bien.
Este es el resumen más básico de un magnífico reportaje de Josh Dzieza en The Verge titulado Inside the AI Factory: the humans that make tech seem human. La investigación deja muchos detalles y perlas sobre la precaria condición de los anotadores y la doble moral que rodea a la inteligencia artificial. Lo mejor que podéis hacer es leer el reportaje desde la primera hasta la última palabra. Si todavía no os he convencido, espero que el siguiente párrafo lo haga.
Worries about AI-driven disruption are often countered with the argument that AI automates tasks, not jobs, and that these tasks will be the dull ones, leaving people to pursue more fulfilling and human work. But just as likely, the rise of AI will look like past labor-saving technologies, maybe like the telephone or typewriter, which vanquished the drudgery of message delivering and handwriting but generated so much new correspondence, commerce, and paperwork that new offices staffed by new types of workers — clerks, accountants, typists — were required to manage it. When AI comes for your job, you may not lose it, but it might become more alien, more isolating, more tedious.
Empieza, ahora sí, la quincuagésima quinta celda de FILAS Y COLUMNAS.
Even if you understand and have access to the complex data sets and information, it still needs to be analysed, contextualised, and communicated effectively to have a meaningful impact on an audience
Felix Irmer, data journalism researcher en el Institute of Communication and Media Studies de la Universidad de Leipzig (Alemania)
Atlas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2023. El Banco Mundial ha actualizado su Atlas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con los últimos datos disponibles posteriores a la pandemia —las ediciones anteriores de 2017, 2018 y 2020 se pueden consultar en cada enlace—. El portal interactivo aglutina diversos gráficos, mapas e historias de datos para explicar en qué situación se encuentra cada país en relación a cada uno de los 17 ODS a partir de indicadores y estadísticas oficiales. Tanto los datos como el código de la página web están disponibles en sendos repositorios de GitHub. [visto a Maarten Lambrechts]
Atlas europeo de talento técnico. La empresa de capital riesgo Sequoia Capital ha elaborado un Atlas interactivo sobre el talento técnico en Europa. Con una metodología basada en análisis cuantitativos y cualitativos, el estudio interactivo explora la especialización de los más de tres millones de ingenieros informáticos que trabajan en Europa, las necesidades de empresas y start-ups y los 24 principales núcleos urbanos de concentración de técnicos especialistas. En el ranking elaborado por Sequoia, Madrid aparece en la tercera posición global por detrás de Londres y París, mientras que Barcelona ocupa la decimocuarta.
Impacto de las olas de calor. Un estudio científico publicado en junio de 2016 en la American Journal of Epidemiology bajo el título Changes in Susceptibility to Heat During the Summer: A Multicountry Analysis analiza el impacto de las olas de calor en la mortalidad en función de cuándo tienen lugar a lo largo del verano. El grupo de catorce investigadores, entre los que figura el español Aurelio Tobías, concluye que el riesgo de mortalidad es mayor en el primer episodio de calor extremo que a medida que transcurre el verano. Entre las hipótesis que explicarían este fenómeno se encuentran la aclimatación del cuerpo humano o una mejora de los comportamientos para protegerse del calor con cada episodio de temperaturas anormalmente elevadas.
Desigualdad de ingresos. Ángel Martínez Jorge, analista en el Centro de Políticas Económicas - EsadeEcPol, se ha preguntado Qué pasó con la desigualdad de ingreso en España durante la pandemia. Con datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del año 2022, el investigador concluye que “el 80% de los hogares perdieron poder adquisitivo durante la pandemia (entre 2019 y 2021) en términos reales”, si bien en el mismo periodo “se redujo la desigualdad gracias al gran crecimiento de renta entre el 10% de hogares más pobres” debido sobre todo al “crecimiento de la tasa de cobertura del sistema de rentas mínimas”. [visto a Jorge Galindo]
Bonus track internacional. La pandemia ha trastocado muchos aspectos de nuestras vidas, especialmente en lo relativo al trabajo y las actividades diarias asociadas. The Economist se ha fijado en cómo ha variado el gasto semanal con tarjetas en ocio, restauración y transporte antes y después del COVID-19, detectando un cambio de patrón: el tardeo es el nuevo viernes noche. Según los datos aportados por Visa, los pagos con tarjeta se han disparado en las tardes de los fines de semana, mientras que han caído de lunes a viernes en el horario de salida del trabajo. El diario económico apunta al teletrabajo como principal causa de este cambio de tendencia, pero a mí también se me ocurre otra: nos estamos haciendo mayores y lo de salir hasta altas horas de la madrugada ya no va con nosotros.